Publicado hace 1949 días
Articulo publicado por la participante Alicia Andrea Delgado Santacruz en el 1º Concurso de Artículos Docentes Grupo Geard Colombia.
El tema de la convivencia escolar cada vez toma más relevancia en las comunidades educativas, los medios de comunicación y las investigaciones nos muestran día a día la situación de tensión cotidiana que emerge en los contextos educativos en el plano de la convivencia.
Es por esto que desde el campo académico, la realidad actual es compleja, puesto que existe poca claridad por parte de algunos docentes frente al adecuado empleo de la pedagogía y la didáctica desde el ámbito escolar; por ejemplo: en convivencia escolar: el MEN (Ministerio de Educación Nacional) ha facilitado el manual de competencias ciudadanas, con el cual “se pretende mejorar y cimentar valores, prácticas sociales, de aprendizaje y competencias en los estudiantes en el ámbito de construcción de ciudadanía”.
Este manual se asemeja mucho a la mirada de Comenio (1640), “debido a que la “Didáctica Magna” inauguró una manera de entender la disciplina concibiéndola como un método o recetario para la enseñanza”, en la cual se discriminan los estadios y procesos evolutivos de los estudiantes para impartir los contenidos, la guía de los estándares de competencias ciudadanas están diseñadas desde una mirada Comenica donde se destaca un método que discrimina los logros, y competencias a alcanzar de acuerdo a los conjunto de grado.
De igual manera es visible las tensiones y coyunturas en este aspecto, puesto que no hay claridad frente a la didáctica de la convivencia escolar, ni siquiera de la convivencia escolar en sí, porque algunos autores y actores educativos ven la convivencia desde el plano moral, otros desde lo normativo, otros desde la disciplina como mecanismo de poder, y en la actualidad según la implementación de ley 1620 es necesario “resignificar o actualizar los manuales de convivencia”, pero el cimiento epistémico sigue ahí.
Algunos docentes tienen dudas frente al manejo de la norma, frente al conducto a seguir, existe incertidumbre desde el campo pedagógico en el manejo que se le va a dar a la convivencia en las aulas, puesto que anteriormente solo existía una mirada del campo pedagógico de la convivencia desde la disciplina, la coerción, la obediencia, las sanciones etc., y ahora la norma (Decreto 1965) pretende “implementar mecanismos pedagógicos para tomar las situaciones de conflicto como oportunidades para el aprendizaje y para la práctica de competencias ciudadanas para la comunidad educativa”
Según los estándares básicos de competencias (MEN 2003): “Formar para la ciudadanía es una necesidad indiscutible en cualquier nación, pero en las circunstancias actuales de Colombia se constituye en un desafío inaplazable que convoca a toda la sociedad. Sin lugar a dudas, el hogar y la escuela son lugares privilegiados para desarrollar esta tarea, porque allí el ejercicio de convivir con los demás se pone en práctica todos los días.”
En la escuela esa práctica de convivencia viene siendo relegada desde la disciplina como castigo, y símbolo de poder, para entender esto, es necesario realizar un recorrido teórico sobre la didáctica.
La “didáctica magna” con Comenio (1640)”dio carácter normativo a la didáctica (prescriptiva disciplinante), en la que la enseñanza de las buenas costumbres y los hábitos sanos reemplazan a los castigos corporales”…¿pero en realidad en la actualidad esos castigos han sido relegados…?¿existen otras maneras de castigo en el ámbito escolar?, sí la didáctica se ocupa de la enseñanza , sus relaciones con el aprendizaje escolar y el currículo.
¿Porque no les enseñamos a nuestros estudiantes a que aprendan de sus vivencias personales, de su experiencia de vida?, como lo hizo Michel Foucault(1994) desde la Psicagogia.
Por otro lado, sí uno de los fines de la educación es la socialización, el sistema educativo debe asumir que ese proceso de socialización incluya el hacer frente a los problemas de convivencia, los estándares sobre competencias ciudadanas puede servir de apoyo al trabajo cotidiano de los maestros en el ejercicio de su liderazgo y el de los estudiantes que se forman en las aulas, aportando con ello elementos que permitan ir rompiendo los paradigmas de resolver los conflictos con el uso de la violencia, pero si dejamos de lado esos actos violentos entre los estudiantes, ¿el docente en su aula podrá romper con las relaciones de poder disciplinar?,¿la pedagogía podría seguir siendo punitiva, sancionatoria, condicionante o por el contrario existirían cambios convirtiendo el proceso pedagógico como independiente y trasformador?
Por tal razón, los ideales que se tienen sobre la convivencia podrían pensarse desde la filosofía, centradas en el fundamento del ser, lo natural, para algunos la moral, etc.; Kant, Goethe, Nietzsche y hasta el mismo Foucault, “hablan de ese ser, pero cada uno desde sus preferencias, algunos desde el ser natural, otros desde la transformación, otros desde el ser ciudadano, autónomo” etc.
Como lo miraremos a continuación: Para Goethe(1956) “la pedagogía es una cultura abierta, personal, una experiencia que se construye entre el hombre, su ser y el ser de la naturaleza.
La pedagogía es la que busca conducir al hombre ya sea por medio de una institución, otro hombre o por medio de un saber”, aquí nos muestra como la pedagogía desea conducir a ese ser desde lo natural y desde su esencia.
Según Nietzsche (1977) “la pedagogía como el abandono de la idea que se tiene de hombre o individuo y la búsqueda de otra experiencia para ser individuo u hombre. La formación no busca que seamos hombres o mujeres, sino que dejemos de serlo para llegar a sentir la naturaleza”.
Aquí el autor mira en la educación un modelo que limita al sujeto a ser lo que es, por lo tanto lo que propone es sentir la naturaleza, pero el planteamiento de Michel Foucault sobre psicagogia puede ser aterrizado a la convivencia ya que lo que pretende es “modificar el modelo de ser de un sujeto” debido a que el campo de la pedagogía y didáctica podría estar centrados en esa transformación del sujeto, sin que este sujeto tenga un sometimiento frente a las normas, y la convivencia permitiría que ese sujeto interactúe, aprenda de su experiencia, se ponga en peligro para aprender, conocer , sobre sí mismo, y lo que actualmente tenemos implícito es la convivencia como esa disciplina dura, coercitiva, de castigo, y en ese orden de ideas Foucault nos invita a pensar:
“tanto la educación como la pedagogía han de preocuparse no de disciplinar o producir saber sino transformar al sujeto”.
Por lo tanto el fin de la convivencia y de ese saber convivir para ser ciudadanos, podría verse desde la trasformación del sujeto.
Camilloni por su parte lo que propone es:
“la didáctica es una disciplina teórica que se ocupa de estudiar la acción pedagógica, es decir las prácticas de la enseñanza y que tiene como misión describirlas, explicarlas, y fundamentar y enunciar normas para la mejor resolución de los problemas que estas prácticas plantean a los profesores”.
De lo cual se puede deducir que en la convivencia escolar es necesario implementar unas prácticas de enseñanza que trasciendan y que los profesores puedan contribuir desde su campo en la resolución de los conflictos que generan esas prácticas de convivencia en el aula.
Todo este tipo de reflexiones, son complejas puesto que el docente estaba acostumbrado al castigo, la sanción, el acto disciplinario de la expulsión, y actualmente las responsabilidades del docente en el artículo 19 de Ley 1620 nos dice que son: “ Funciones pedagógicas, Trabajo dentro del aula, Promover ambientes de aprendizajes democráticos, tolerantes y participativos”.
Lo cual genera en algunos tensión, malestar ya que el estudiante debe mantenerse en el aula, y debe ser manejado pedagógicamente, el gran problema es que no existe claridad del campo disciplinar pedagógico, y eso crea limitantes en el que hacer o en la acción docente, debido a que existen: algunos profesionales que desconocen el aspecto pedagógico, existen algunos docentes de normales que no se han actualizado, al igual que existen maestros que tienen un gran bagaje cultural y pedagógico, pero en ocasiones de todo ese amalgama de docentes se crean confusiones e incertidumbres en cuanto a las prácticas de enseñanza.
Como podemos darnos cuenta, la convivencia escolar está basada en los valores, además que se representa en el desarrollo moral del individuo y esto toma como norte los planteamientos teóricos de Piaget y Kohlberg, quienes se han fundamentado en “el desarrollo de este proceso moral a partir de las Habilidades cognitivas del niño”.
De allí que la educación en valores hace que la escuela se convierta en un espacio ideal para la formación y currículo en la formulación de los lineamientos esenciales para alcanzar impartir el conocimiento. Kant “manifiesta que la disciplina como mecanismo de control, ha coartado esa naturaleza del hombre”, porque limita al hombre debido a que se somete al deber y rompe con la naturaleza del ser.
Desde el aspecto de la convivencia escolar Kant aporta planteamientos, sobre educación y pedagogía que son válidos en la actualidad.
Si por ahora nos limitamos a la educación orientada hacia la moralización, la educación se presenta como la posibilidad de contribuir a la construcción de la sociedad moderna, a la reconstrucción de la democracia y a la observancia de los Derechos Humanos, y en sí del ser ciudadano, lo que pretende la convivencia, es tener mejores ciudadanos, autónomos, independientes etc., aunque el cumplimiento de estos propósitos es un deseo irrealizable, la verdad es que se trata de una exigencia.
No podemos obrar en otra dirección si queremos mantenernos en el plano de lo humano.
Todo esta recopilación teórica sobre didáctica y pedagogía en el ámbito de la convivencia permite dar cuenta de una contradicción dialéctica entre disciplina y convivencia.
Actualmente se hablan de pactos de convivencia que no sean normativos, que no vigilen, que no castiguen etc., pero se siguen manejando los manuales de convivencia internos, se mira al coordinador de convivencia como al de disciplina, se siguen cumpliendo estos dispositivos de poder y control.
No hemos interiorizado la verdadera transformación donde dejemos de lado el disciplinamiento para producir una transformación del sujeto como lo propone Foucault, puesto que esto permite ser uno mismo, entenderse a sí mismo, aprender por uno mismo, sin ningún tipo de frustraciones, por lo cual es importante ser independiente y saber tomar decisiones autónomas.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de grupogeard.com
Necesito realizar el concurso para obtener una plaza o un empleo
Soy licenciada en etnoeducacion
Excelente información,cada tema es de interés para nuestra labor pedagógica.
Estimado Juan Carlos, gracias por sus comentarios, estamos para servirle.