Hoy en día, no podemos ser desapercibidos a los planteamientos, reflexiones y pensamientos pedagógicos y psicológicos de ciertos autores como Dewey, Decroly, Freinet y Montessori, quienes han pretendido describir las formas en que los sujetos aprenden aludiendo a los métodos y la disposición humana al adquirir habilidades para actuar en contextos concretos, mediante un conjunto de premisas que se relacionan entre sí para explicar creencias, realidades y vivencias de los individuos.
Es así que, “una teoría del aprendizaje es un constructo que explica y predice como aprende el ser humano, sintetizando el conocimiento elaborado por diferentes autores” (Ortega, 2008).
Ahora bien, debemos concretar el concepto de aprendizaje como un acto de conocer acompañado de la experiencia, el que origina cambio en la estructura cognitiva previa, reafirmando conceptos y apoyando las modificaciones a la conducta de un individuo; al respecto Shunk (como se citó en Woolfolk, 2010, p. 198) afirma que, “el aprendizaje ocurre cuando la experiencia (incluyendo la práctica) genera un cambio relativamente permanente en los conocimientos o las conductas de un individuo”.
Por tanto, el sujeto crea formas nuevas de vida y analiza su relación con el contexto ambiental o social, en el que vive y pone en práctica la asociación de lo aprendido.
Por esto, enfatizamos al concepto de experiencia y su relación con el aprendizaje, pues lo que aprendemos puede modificar nuestra conducta a través del hábito y provocar cambios para el desenvolvimiento en el contexto amplio del entorno.
Es de vital importancia mencionar a Comenio, quien entiende la experiencia como aquello a lo que el hombre va adquiriendo en su aprendizaje y la aplicación que le da para solucionar situaciones continuamente de su vida. Todo esto con el propósito que el individuo tenga preparación, garantizándole inserción en la sociedad y su erudición por los saberes.
La propuesta de Comenio parte de este supuesto: el hombre es inteligente por naturaleza, ya que es una criatura creada a imagen y semejanza de Dios; por tanto, de ella se debe desprender su conocimiento.
De ahí un fundamento, el ser humano no solo se constituye de aprendizajes para su mente, sino que la naturaleza de alguna manera lo inscribe y lo fundamenta como un ser educable (dúctil) y disciplinable.
Al respecto, Comenio expresa: “[…] No puede, en modo alguno, formarse al hombre sin someterlo a disciplina” (Comenio, 1998, p. 20). No desconociendo que, el sujeto de aprendizaje como ser biológico, psíquico y social, debe principalmente recibir instrucción y en ningún momento la educación recibida por él le ofrece cosas corruptibles, sino más bien que esta se vuelve útil para su vida personal y social al ser integrante de una sociedad, la cual en su universalidad no vaya a interrumpir las conexiones posibles para la interrelación en contextos específicos.
Por otra parte, Dewey involucra la experiencia, entendida a la vez como el ensayar y el saber, como la prueba y el conocimiento para afinar la nueva educación, que él llama educación progresiva que desde el presente fija una proyección al futuro, en la cual una experiencia de aprendizaje es una constante reconstrucción de aquello que el sujeto hace y estructura a partir de lo que vive; por tanto, se puede evidenciar la riqueza del proceso educativo.
En perspectiva similar, Freinet coincide con Dewey al reconocer que el individuo como un ser en crecimiento físico, intelectual y moral, no deja de ser parte de la realidad social, ya que su participación favorece compartir experiencias los unos con los otros y cada quien hace aportes personales al proceso de formación (trabajo colectivo y cooperativo).
De ahí la relevancia del educador para preparar el género de experiencias, favoreciendo sus prolongaciones agradables inmediatamente y sean deseables en un largo plazo. Al respecto, Dewey expresa lo anterior así: “de aquí que el problema central de la educación basada en la experiencia es seleccionar aquel género de experiencias presentes que vivan fructífera y creadoramente en las experiencias subsiguientes” (Dewey, 1938, p. 25).
A partir de la experiencia, el individuo imparte en su proceso de aprendizaje conocimientos previos que en un tiempo o una experiencia subsiguiente va a utilizar, es decir, esos juicios (Montessori afirma que a partir de la retroalimentación se descubren errores) y observaciones que hacemos en el presente nos servirán para adquirir un nuevo conocimiento, iniciando de nuestra hipótesis actual y desde ahí el desprendimiento de lo nuevo que llega hacia nosotros.
Lo más impactante de todo el proceso educativo propuesto por Dewey, tiene como fin que el sujeto del aprendizaje tenga alcance de la madurez y el autocontrol en todo lo que emprenda en su vida. Tarpy (1978) menciona respectivamente: “El aprendizaje es un cambio inferido en el estado mental de un organismo, el cual es una consecuencia de la experiencia e influye de forma relativamente permanente en el potencial del organismo para la conducta adaptativa posterior”.
De todo lo expuesto, hablar sobre Escuela tradicional y Escuela nueva, es pertinente puesto que, las prácticas pedagógicas deben favorecer el encuentro de sentido y concepción de la realidad como parte del entendimiento de algunas verdades (axiomas) y el descubrimiento de la utilidad del conocimiento en contextos concretos.
Es por este motivo que, debemos diferenciar las proposiciones de ambos entes (escuelas), ya que nos permiten ahondar en asuntos más precisos en el proceso de enseñanza y aprendizaje del siglo XXI; a continuación hacemos una diferenciación de las escuelas enunciadas:
Escuela Tradicional
- Sujeta al método y orden.
- El aprendizaje se da por la repetición y la memorización.
- La enseñanza es de corte “instrumental”; por ejemplo, permitir el dominio de las grandes obras de la humanidad.
- El estudiante no sabe nada.
- El maestro es mediador, tiene autoridad y conocimiento.
Escuela Nueva-Activa
- Dirige sus acciones para desarrollar habilidades y comprensión.
- El aprendizaje es producto de la cooperación y adquirido desde sus prácticas contextualizadas.
- El estudiante es activo en la naturaleza para aprender, ser independiente y ser capaz de tomar decisiones.
- El maestro es auxiliar y facilitador de experiencias de aprendizaje.
Cuadro elaborado con soporte en: (Bustamante, 2016)
La Escuela Nueva presupone una educación en proceso permanente y uso de los conocimientos para las vivencias diarias, por lo que estos poseen sentido, utilidad y función en contextos concretos; Dewey y Freinet definen el aprendizaje como el acto que experimenta el sujeto con la realidad en su quehacer en un contexto desarrollado, mientras las prácticas de enseñanza sean guiadas a preparar los individuos para la vida misma, mayor será la potencia de sus habilidades (Montessori), todo esto dado con motivación, según Decroly.
Sin embargo, no desconocemos las premisas de la escuela tradicional, pues sus intentos apoyaron la formulación de modelos educativos, técnicas y métodos, de modo que los individuos tuvieran consciencia racional de su vida y aportaran al progreso social, en su capacidad para resolver problemas. (Bustamante, 2016)
En definitiva, la Escuela Nueva asume el requerimiento de un aprendizaje cuyo eje sea la investigación, que establezca conexiones posibles y relación entre contextos para explicar la realidad, a partir de un proceso sistemático, que favorezca al individuo tener una lectura del mundo, repensar y cuestionar las afirmaciones vigentes, proponiendo hallazgos nuevos y cambiar las concepciones de las cosas.
Además, afirmar que la experiencia del sujeto va permitiéndole hacer modificaciones voluntarias y no desconoce la brecha abundante para aprender; por estas razones, el reforzamiento favorece la determinación del individuo para verificar el logro del comportamiento (aprendizaje) e interesarse por ir más allá en su adaptación al mundo.
La discusión continua sobre la encrucijada de la transición de dichas escuelas, pues el auge de las TIC, demanda transformaciones, modificaciones y ampliaciones en las prácticas de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo, surgen concepciones que refieren a Escuela Nueva así: “pedagogía del aprender creando con TIC” y “pedagogías emergentes” (Area, 2015); todas estas puestas teóricas aluden a una construcción personal y colectiva del conocimiento.
Como docentes buscamos una formación integral del sujeto, quien debe pasar por un proceso educativo, el cual deviene del hombre, de las cosas o paradigmas; por ello estamos convencidos que el sujeto del aprendizaje está apto para repensar la realidad, mediante la guía y lectura del entorno social, quien le enseña discursos y elaboraciones constructivas, experiencias y acciones “razonables” dentro de un marco de perfectibilidad con el propósito siguiente: “aprender en relación con el ambiente que lo rodea” (Hernández, 2000).
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de grupogeard.com
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