Hay días en que estamos motivados para ser productivos.
Terminamos lo que nos propusimos y sentimos que hemos conquistado el mundo.
No vamos a la cama satisfechos.
Mientras que otros días…
Simplemente decimos “no tengo ganas de hacer esto.”
Nos encontramos yendo de video en video en Youtube o desplazándonos por Facebook o Instagram interminablemente, ocupando nuestro tiempo sin ver resultados productivos.
Matando nuestra productividad.
Todos nos sentimos así algunas veces, pero como adultos responsables, necesitamos levantarnos y comenzar a trabajar o estudiar.
Encuentra aquí algunos consejos para darte un poco de impulso y hacer lo que tienes que hacer aunque estés bajo de motivación.
1. Pregúntate ¿por qué te sientes desmotivado?
El primer paso es reconocer la razón de nuestra desmotivación.
Preguntarnos: ¿por qué estamos luchando por completar tareas que se quedan en nuestra lista día tras día?
Tal vez sea: cansancio, aburrición, nuestra tarea no nos motiva o ¿le hace falta significado personal
Cuando tenemos una respuesta podemos hacer un plan para cambiar, nos ayuda a comprender nuestro propósito y ver cuán importante es realmente esta tarea.
Y si resulta que una tarea no tiene un impacto en nuestra vida, probablemente deberíamos pensar en eliminarla, delegarla o reducirla.
Finalmente reconoce si necesitas ayuda externa, especialmente si has experimentado una sensación inusualmente prolongada de sentirte desmotivado.
Esto no siempre es necesario, pero a veces, puede ser útil consultar con un médico para ver si hay algo más que pueda estar contribuyendo a cómo nos sentimos.
2. Comienza con tareas simples
¿Tienes muchas cosas en tu lista por hacer?
Comienza con aquellas que no requieran una gran cantidad de trabajo.
Revisa tu lista y encuentra una o dos tareas que puedas terminar rápidamente.
La mejor forma de inyectar un poco de ánimo es hacer algo pequeño, positivo y productivo.
Recuerda, comenzar siempre es la parte más difícil.
Es mejor hacer este tipo de tareas cuando nuestro nivel de energía está bajo. A medida que ésta aumenta, estaremos listos para abordar tareas de mayor intensidad y complejidad.
Siempre asegúrate de cronometrar estas tareas usando técnicas de “Timeboxing”, hacerlo te ayudará a mantenerte enfocado y aumentar tu productividad.
3. Organízate
El siguiente paso es estar organizado.
Tener no sólo un espacio de trabajo, sino un horario organizado, puede ayudarnos a despejar nuestra mente y a recuperar el control sobre nuestro día.
Es necesario identificar todo, incluyendo lo que queremos hacer, lo que necesitamos y cuándo planeamos hacerlo.
Esto puede ser abrumador al principio, pero nos permite definir mejor nuestras prioridades.
Crear un rutina diaria, ya sea la noche anterior o en la mañana, reduce la necesidad de tomar decisiones constantemente, proporciona estructura y secuencia lógica a nuestro día, las actividades se estandarizan y, como resultado, nos hacemos más eficientes.
4. Desconéctate de internet
Desconectarse de Internet es una de las formas más subestimadas para ser más productivos.
Según investigaciones, aproximadamente la mitad de nuestro tiempo en Internet lo usamos en postergar, y cuando estamos desmotivados para trabajar, este número puede incrementar.
Desconectarse de Internet, incluso durante una o dos horas, te ayudará a concentrarte en tus prioridades, perder menos tiempo y ser más productivo .
5. Cambia de entorno
Cuando no nos sentimos productivos en absoluto, a veces nos es útil cambiar nuestro entornos y trabajar en otro lugar.
Si normalmente trabajas o estudias en casa, ir a la biblioteca o a un café puede hacer una gran diferencia.
De esa manera, no parecerá la misma rutina diaria.
Conclusión
Mantenerse motivado puede ser difícil, especialmente cuando sentimos que nuestra productividad ha decaído.
Habrán momentos en el que tendremos una fecha límite y tendremos que terminar nuestra tareas aunque no tengamos ganas.
Pero no somos rocas ni robots, tenemos que darnos la oportunidad de entender el porqué de nuestra desmotivación y comenzar a desarrollar acciones que nos ayuden a crear el equilibrio que necesitamos.
Desde organizar nuestro horario, aprender a decir “no” y definir nuestras prioridades, hasta darnos un descanso y cambiar nuestro entorno.
Cuéntanos en los comentarios qué funciona mejor para ti durante esos días en los que prefieres hacer maratones de Netflix a trabajar o estudiar para tu próximo examen.
Estos concejos son muy acertados
¡Hola Felipe! agradecemos tu comentario y esperamos que nuestros consejos sean de mucha utilidad para estar motivado siempre.
¡Saludos!