Decidir reducir el tiempo que pasamos mirando nuestro teléfono celular puede ser una tarea desalentadora. Siempre está en nuestras manos y ¿por qué no?, nos es útil. Tal vez sólo se trata de comprometernos y establecer límites que podamos seguir. ¿Cómo podemos hacerlo?
Es fácil sentirnos abrumados en el trabajo en estos días.
Entre los horarios llenos de correos electrónicos, reuniones y la constante atracción por las redes sociales y el ciclo de noticias de 24 horas, parece que nunca tenemos tiempo para hacer nada significativo.
Nuestra vida se ha vuelto más ocupada, especialmente cuando se trata de nuestra relación con la tecnología.
Tal vez sea tiempo de revaluar esta relación para hacer que su uso sea más intencional.
Afortunadamente, podemos adoptar hábitos para reducir este tiempo de maneras manejables.
Aquí encontrarás algunos consejos prácticos de cómo hacerlo
¿Por qué usar menos nuestro teléfono?
¿Es tu teléfono lo primero que buscas en la mañana y lo último que tocas antes de irte a la cama?
Todo sabemos lo útil que es nuestro teléfono: mantenemos nuestras fotos, nos lleva a donde queramos, tenemos información actualizada al alcance de la mano, nos divierte…
Los teléfonos y las aplicaciones están diseñadas para ser adictivas y que lo están logrando.
Que el tiempo que dedicamos a las aplicaciones, juegos y redes sociales, ha interferido con nuestra habilidad para concentrarnos y pensar profundamente y hasta con nuestra creatividad.
Que interfiere con nuestra productividad y nuestro ambiente laboral
Que disminuye el tiempo de calidad que deberíamos pasar con nuestra familia.
Y que hemos comenzado a sentirnos no muy bien con nosotros mismos debido a lo que vemos en las redes sociales.
Tal vez sea tiempo de revaluar nuestra relación con la tecnología.
1. Sé específico acerca de tus objetivos
Al igual que con cualquier otro objetivo o hábito, no basta con simplemente decir «voy a usar menos el teléfono».
Establecer una intención de por qué necesitamos hacerlo y determinar qué vamos a hacer cuando no estamos usando nuestro teléfono.
2. Estudia tu comportamiento
El primer paso para determinar si nuestro uso del teléfono está impactando nuestra vida negativamente es entender qué tan grave es nuestra adicción.
Afortunadamente Apple y Google han trabajado para ayudarnos a entender mejor esto con sus aplicaciones para bienestar digital.
A partir de iOS 12 y Android Pie, cada iPhone y teléfono con sistema operativo Android tienen la capacidad de rastrear nuestro uso diario y mostrar exactamente en lo que ocupamos nuestro tiempo cuando estamos en el teléfono celular.
En Android, está disponible en Configuración> Bienestar digital. Si aún no lo tienes, puede descargar la aplicación desde Google Play.
En iOS, puedes encontrar la función en Configuración> Tiempo de pantalla.
Adicionalmente, tendrás acceso a informes semanales, estadísticas específicas de la aplicación, con qué frecuencia desbloquea su teléfono y más.
Allí podrás ver qué tiempo dedicas, cuáles son las aplicaciones que más utilizas y decidir
3. Define límites para tus aplicaciones
Una vez que haya averiguado qué aplicaciones necesitan restricciones de tiempo, es hora de establecer límites.
La mejor manera es comenzar lentamente, bloquear Facebook o Instagram completamente no sería realista, pronto de desmotivarías y volverías a tu viejos hábitos.
Por ejemplo, si navegas regularmente por Instagram durante una hora, podrías comenzar por reducir su uso en 15 minutos y configurar un límite de 45 minutos.
Haz lo mismo con el resto de las aplicaciones que consuman más tiempo. Luego, cada semana o dos, disminuya la cuota aún más.
4. Eliminar aplicaciones adictivas de la pantalla de inicio
Te ha pasado que al desbloquear el teléfono para revisar rápidamente una notificación, el calendario u otra tarea, ¿de alguna manera terminas navegando por Instagram durante media hora?
Al eliminar aplicaciones distractoras de la pantalla de inicio evitarás la tentación de usarlas por el simple hecho de no verlas.
Además al agregar unos pasos, clics o toques adicionales harás que la tarea se vuelva un poco más tediosa.
La mejor manera, es dejar nuestro teléfono fuera de nuestro alcance.
No sólo irás a la cama más temprano, sino que evitarás la necesidad de seguir presionando el botón de “snooze” al sonar el despertador.
6. Desactiva tantas notificaciones como sea posible
Esto es obvio si valoras tu propia atención.
Sólo permite las notificaciones de aquellas aplicaciones lo suficientemente importantes como para que te interrumpan y requieran tu atención.
7. Sé atento a la forma como usas tu teléfono
Pregúntate a ti mismo, ¿por qué desbloqueo mi teléfono?
A menudo recurrimos a nuestros teléfonos simplemente por costumbre.
En realidad no necesitamos revisar nuestro correo electrónico, ni hacer una llamada telefónica, pero buscamos el teléfono porque, quizás estamos … …aburridos …incómodos …estresados …solitarios o abrumados.
Ser más conscientes de las micro acciones que nos hacen llegar al teléfono sin pensar, nos ayuda a entender nuestra relación con la tecnología y a determinar acciones alternas, “no digitales”, que tal vez nos pueda hacer sentir mejor.
Conclusión
Algunas veces podemos desconectarnos, no tenemos que estar siempre con nuestro teléfono en el bolsillo.
Tal vez podemos dar un paseo sin preocuparnos por el correo que no hemos leído, o disfrutar un libro sin distraernos por una notificación.
Reconocer lo que es importante y el tiempo que estamos utilizando en nuestro teléfono es la mejor manera de comenzar a hacer cambios.
Utilizar nuestro tiempo en actividades más allá de las pantallas y establecer límites de tiempo para equilibrar las actividades en línea y fuera de ella.
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