Ya hemos hablado del autocuidado y por qué es importante para todos.
Ahora queremos hablar de la necesidad del autocuidado para los profesores.
Enseñar puede ser una profesión gratificante, pero también difícil.
Somos responsables de mucho: desde planear lecciones, hasta ayudar a nuestros estudiantes en su crecimiento como individuos y por supuesto mantenernos al día con nuestro desarrollo profesional y personal.
¡Cuidar de nosotros mismos es esencial tanto para llevar una vida plena como prosperar como docente!
En este artículo, compartiremos 5 consejos de autocuidado para maestros.
¿Qué es el autocuidado?
Responder a esta pregunta puede ser muy fácil, lo difícil es ponerla en práctica.
El autocuidado no significa necesariamente un viaje al “spa”.
Puede y debe significar diferentes cosas para diferentes personas.
Es algo que queramos mantener permanentemente y que tenga un impacto significativo en nuestro bienestar.
Fundamentalmente el autocuidado es
escucharse, darse una respuesta honesta y hacer lo que está bien para mí en el momento en que me pregunto ¿cómo puedo ser bueno conmigo mismo?
Todos reconocemos los beneficios del autocuidado, desde mejorar nuestra productividad y autoestima, hasta conocernos mejor y ¿por qué no? tener más para dar y compartir con los que amamos.
El autocuidado no sólo tiene que ser físico sino que puede ser social, emocional, mental, financiero, ambiental y espiritual. Cualquier aspecto de nuestra vida merece ser considerado y no ser descuidado.
Tal vez lo más importante es entender que el autocuidado es un hábito y una cultura de por vida y que es diferente y único para cada persona.
No es escoger lo que suena más fácil, o lo que suena divertido.
Es algo que nos quite un peso de encima y nos brinde una verdadera sensación de satisfacción.
¿Cómo puedo cuidar de mí mismo como docente?
En general, a los maestros nos es difícil cuidar de nosotros mismos.
Trabajamos demasiadas horas, no dormimos ni hacemos suficiente ejercicio, nuestra alimentación es poco balanceada y no pasamos el tiempo suficiente haciendo cosas que nos refrescan y energizan.
Algunos hemos llegado a la conclusión de que este estilo de vida es sólo parte del trabajo; simplemente no hay tiempo suficiente para ser un buen maestro y cuidar de nosotros mismos.
Desafortunadamente, este estilo de vida puede llevarnos por un camino en el que tanto nuestra vida personal como profesional puede colapsar.
La buena noticia es que no tiene que ser así.
Necesitamos entender que el descanso estimula nuestra productividad, no lo contrario.
1. Crea un rutina de la mañana
Una rutina que te permita tener 10 minutos para ti mismo para que puedas prepararte mentalmente para el día. Tomar un té lentamente y simplemente respirar conscientemente.
2. Toma descansos productivos durante la jornada
Hacer 3 o 5 minutos de respiración profunda o un ejercicio de relajación o simplemente sentarse a disfrutar un café, un té o un poco de agua.
3. Define a qué hora debes desconectarte del trabajo
Algunas veces terminamos nuestra jornada laboral, pero la continuamos en casa.
Determinar a qué hora debemos dejar de responder correos, calificar exámenes o planear nuestras lecciones nos ayuda planear mejor nuestra actividades de relajación sin sentirnos culpables.
4. Encuentra tu pasión … NO, no la de enseñar, ¡una pasión fuera del aula!
Encuentra algo que ames y participa en él siempre que puedas.
Para algunos puede ser practicar yoga, jugar un deporte con un equipo, bailar o tejer.
Simplemente encuentra aquello en lo que te sumerjas y te relajes y al que dediques tiempo con regularidad. La consistencia es la única manera de obtener y ver los beneficios en nuestra vida y rutina diaria.
5. Enfócate en crear hábitos
Tal vez tu cuerpo esté manifestando síntomas físicos de estrés y necesitas estar saludable de una manera que le resulte agradable.
Concéntrate en crear hábitos que perduren como por ejemplo aprender a preparar comidas saludables y deliciosas en lugar de comprar comida para llevar.
O simplemente sentarse y tener el almuerzo, sin planear, trabajar o revisar las redes sociales.
O bien, tomar aire fresco y sol 10 minutos al día.
Programa el tiempo necesario para algo que tú quieras hacer, y colócalo en tu calendario cada semana como si fuera a cualquier cita.
Conclusión
Tomar tiempo para el autocuidado no es un desperdicio, y no es egoísta.
Cuidarse a sí mismo significa que tienes más para dar a tus estudiantes.
Permanecer hasta las 3 a.m. en busca de la lección perfecta no te ayuda a tener energía o estar de buen humor.
Nuestros estudiantes se benefician de un maestro sano, feliz y equilibrado.
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