Todavía no es tarde para decidir en qué concentrarnos este año.
Algo fácil de agregar a nuestra lista de propósitos, que sin duda hará nuestra vida un poco más tranquila, es encontrar pequeñas formas de ser más positivos.
Ser más positivos nos ayuda a ser más felices, estar menos estresados e incluso más saludables
Ser positivo significa elegir ver el lado bueno de las cosas.
Significa poder reconocer que la lucha y el dolor no son las únicas cosas que existen, incluso si son las únicas que vemos en este momento.
El positivismo significa ver lo mejor en los otros, incluso si tenemos que buscarlo.
Si quieres centrarte en ser más positivo en el nuevo año, aquí hay algunas maneras de hacerlo posible.
1. Comienza tu día de una manera positiva
¿Cómo empiezas tu día? ¿Presiona el botón de “snooze” una y otra vez mientras temes salir de la cama?
Es probable que tomes el teléfono tan pronto como abres los ojos.
Los correos electrónicos, mensajes de texto y las redes sociales tienden a agregar ansiedad y estrés a nuestros días.
Así es como nos preparamos para un día plagado de esos sentimientos.
Lo que haces y cómo te sientes a primera hora de la mañana usualmente establece el tono para el resto de tu día.
Reemplaza el teléfono por tres pensamientos positivos, por lo que estás agradecido o por lo que esperas con ansias hacer en el día.
Hacer un pequeño cambio en tu rutina al despertarte puede traer un gran impacto.
2. Enfócate en las cosas positivas del día
A lo largo del día con seguridad vas a encontrar obstáculos. No hay días perfectos.
Cuando enfrentes un desafío, algo no planeado o un problema, concéntrate en los beneficios sin importar cuán pequeños o insignificantes parezcan.
Primero, analiza lo que salió mal.
Pensar positivamente no significa negar que haya algo malo.
En su lugar, tómate el tiempo para pensar por qué sucedieron las cosas y cómo evitar errores futuros.
Segundo, perdónate a ti mismo. Darse una paliza constante por las cosas que han salido mal no las cambiarán.
Es mejor decirse a sí mismo que está bien cometer errores y que puedes seguir adelante, que has aprendido.
Por último, usa palabras positivas cuando hables o pienses.
Si constantemente te dices “no puedo” tu cerebro se va a convencer de que es verdad.
En cambio si dices “¿cómo puedo?” te dará control y responsabilidad sobre tus propias acciones y no te verás obligado a actuar por circunstancias externas.
Trata de hacer un hábito el hacerte preguntas útiles para dar sentido a una mala situación. «¿Qué podría haber hecho mejor?» «¿Qué oportunidad abre esto?»
3. Rodéate de influencias positivas
¿Tu mejor amigo siempre está dispuesto a hablar y reír contigo? ¿Tu compañero de trabajo comparte una sonrisa todas las mañanas, incluso si es lunes? Cuando visitas a su familia, ¿compartes historias divertidas o significativas que traen alegría a todos?
No importa quién sea, planea pasar más tiempo con las personas que te hacen más positivo.
Pasar tiempo con gente feliz te hará más feliz.
Y si alguien en tu grupo no se siente positivo, da un paso más adelante: ¡ayúdalo a desarrollar una actitud positiva!
Compartir risas y sonrisas con las personas que amas es una forma segura de agregar más positivismo a tu vida.
Rodéate de personas que te elevan en lugar de bajarte.
4. Ayuda a alguien más
Es fácil dejarse absorber por nuestro propio mundo y olvidarse de las personas que nos rodean.
Salir de la rutina diaria para ayudar a alguien más, nos da una perspectiva diferente de nuestra propia vida y puede llenarnos de positivismo.
Según estudios, cuando haces algo bueno por alguien, tu cerebro produce sustancias químicas que aumentan el pensamiento positivo y te hacen sentir bien. Enlace 5. Practicar la gratitud
Investigaciones han encontrado que expresar gratitud, especialmente mediante un diario, tiene efectos positivos diferentes:
- Estudios en la Universidad de Yale dicen que llevar un diario de gratitud incrementa nuestro estado de alerta, entusiasmo, determinación, atención y energía.
- En la Universidad de Harvard indican que la gratitud mejora la salud y fortalece las relaciones.
- Mientras que investigaciones en la Universidad de Columbia dicen que la gratitud mejora el sistema inmune, al tiempo que reduce la ansiedad y / o la depresión.
Llevar un diario o simplemente tener un momento antes de acostarse para recordar las cosas por las que estamos agradecidos reduce emociones tóxicas y nos ayuda a mantenernos positivos. Enlace post
Conclusión
Encontrar formas de generar felicidad y emociones positivas en tu vida, ya sea a través de la meditación, cambios en tu diálogo interno, la gratitud o cualquier otra cosa, proporciona más que solo una disminución momentánea del estrés y algunas sonrisas.
Aunque mantenerse positivo en la vida y en el trabajo es más fácil decirlo que hacerlo. Es una decisión consciente que debes tomar diariamente.
Recuerda, muchas emociones nos sirven como banderas y nos dan una oportunidad para que aprendamos.
Las experiencias dolorosas o incómodas nos permiten crecer: el desafío, la tristeza, el cambio y la incomodidad son caminos para el crecimiento personal.
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