Ser cercano al otro, entender las situaciones que vive y cómo las vive son características que nos hacen una persona empática y sensible frente a las situaciones de los demás. El rol del docente va más allá de impartir conocimientos, también debe estar enfocado en conocer a sus alumnos.
Ser un docente empático:
En las rúbricas para la evaluación del desempeño docente hay un componente que estudia la manera en la que los docentes se acercan a los estudiantes y son comprensivos con las situaciones que viven, esto es fundamental y determinante para tener un desarrollo integral de ellos.
Ser un docente empático implica que se sitúen en el lugar de los estudiantes, que comprendan sus sentimientos, sus ideas, sus motivaciones y que se preocupen por su bienestar. En parte, es entender que en las familias y en las escuelas se presentan situaciones que pueden afectar su atención y su rendimiento académico. Ser comprensivo permite que se genere un buen ambiente dentro del aula, propiciando espacios de escucha y de diálogo.
¿Cómo ser más empático?
A veces, los docentes no saben cómo actuar para generar una relación más cercana y de confianza con los alumnos, por fortuna, aquí le mostramos alguna de las cosas que puede aplicar dentro de las aulas para que pueda desarrollar mucho más esta habilidad.
- Acoger las necesidades físicas y afectivas que manifiestan los estudiantes.
- Estar atento a lo que está sucediendo.
- Conectar con los sentimientos de los estudiantes, no desmeritarlos.
- Responder de manera acertada a las situaciones y los pedidos de los estudiantes.
- Vigilar que no se presenten necesidades físicas o afectivas en los estudiantes.
- Buscar soluciones a los problemas que puedan presentar los alumnos.
Para desarrollar esto, es importante que dentro del aula se creen canales sólidos de comunicación que permitan conocer las situaciones que se están presentando, por qué se están presentando y cómo se podrían solucionar.
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