Tener una rutina y seguirla rigurosamente es difícil, como si no lo supiéramos.
Significa cambiar nuestros hábitos, tener que definir un plan, apegarse a ellos y ser flexibles.
Pero si buscamos un poco de estabilidad y tranquilidad en nuestra vida y maneras de hacer que nuestros días transcurran sin problemas, tal vez una rutina sea la solución.
Ya hemos hablado de la importancia y los beneficios de tener una rutina: crean consistencia en nuestros horarios, no ayudan en la buena gestión del tiempo y a desarrollar hábitos saludables, entre otros.
Pero si no las definimos bien y no somos intencionales con ellas, pueden ser un obstáculo para esa productividad tan anhelada.
Internet está lleno de ideas de rutina matutinas, así como ejemplos de cómo las personas exitosas organizan sus mañanas, noches y días enteros.
Pero la verdad es que nadie puede decirnos qué constituye una rutina perfecta, excepto nosotros mismos.
Esto se debe a que todos operamos de manera diferente, diferentes preferencias y diferentes estilos de productividad.
A una persona le gusta comenzar el día corriendo 5 kilómetros, otros optan por una sesión de yoga suave, mientras que otros pensamos que estos están locos mientras nos tomamos nuestro segundo café en la cama a las 10 a.m.
¿Cómo crear entonces una rutina que funcione para nosotros?
1. Conócete a ti mismo y decide el tipo de rutina que quieres crear
Para crear una rutina exitosa es importante conocernos a nosotros mismos y nuestras preferencias.
¿Eres un madrugador o un ave nocturna? ¿En qué momento del día tienes más energía? ¿Cuándo eres más productivo?
Necesitamos conocer nuestros ritmos naturales y el nivel de energía durante el día y aprovechar esto para diseñar, alrededor de ellos, nuestra rutina.
Por ejemplo, si eres un ave nocturna y quieres crear una rutina matutina, no intentes ir en contra de tu tendencia natural.
Minimiza las actividades que debes realizar en la mañana, que son exigentes o requieren mucha capacidad mental.
Reduce la fatiga por decisión al tomar las decisiones la noche anterior cuando tienes mayor energía.
Ten todo listo para la mañana: ropa, almuerzos hechos, bolsas empacadas, etc. Haz lo que puedas por la noche para dormir lo más posible por la mañana y tener que tomar las menos decisiones posibles.
Así que primero identifica tus ritmos naturales y luego decide qué tipo de rutina quieres crear.
2. Encuentra tu motivación y el «por qué»
¿Por qué el tener una rutina es importante para mi?, ¿Cuál es mi motivo para comenzar o por qué estoy tratando de crear una rutina?
¿Cuáles son mis metas y prioridades y qué es lo que tengo qué hacer?
Para seguir una rutina y estar motivados, necesitamos un propósito claro.
Si vamos a crear una rutina porque vemos a otras personas haciéndolo, es poco probable que nos comprometamos con ella.
En cambio, descubrir qué es importante para nosotros, averiguar qué nos hace felices y preguntarnos ¿qué beneficios espero recibir al crear una rutina? nos ayudará a realizar cada tarea con mayor facilidad y a mantenernos motivados.
3. Determina qué quieres hacer o lograr
Escribe todo lo que debes hacer todos los días.
No te preocupes por tener una lista organizada, simplemente concéntrate en hacerla. Si no puedes recordarlo todo, dedícate a escribir todos los días, durante una semana todas las tareas que realizas y el tiempo que lleva hacerlas.
Incluye todas las tareas que funcionan bien para ti o que ya haces y las que debes agregar a tu rutina
¿Qué cosas debo hacer antes de ir a trabajar?
¿Qué tareas debo hacer para llevar a lo niños a la escuela?
¿Qué debo hacer para poder hacer ejercicio?
¿Qué tareas debo hacer para tener comidas saludables?
¿Qué debo hacer para mantener una casa organizada?
Decide qué necesita estar en tu rutina y priorizar lo que es importante para ti antes de comenzar.
4. Estructura tu día y ejecuta
Ahora que tienes tu lista de tareas, conoces tu ritmo natural y tienes tu motivación, organízalas y determina el momento del día en que puedas realizarlas: mañana, tarde o noche.
Una vez determines tu rutina ideal, escoge 1, 2 o 3 hábitos o tareas que sean importantes para ti y comienza a implementarlos.
Comienza a dar pasos pequeños, así evitarás rendirte porque algo es demasiado “difícil”.
Como seres humanos, a veces sobreestimamos y creemos que podemos lograr todo a corto plazo, pero luego abandonamos lo que nos propusimos porque nos desmotivamos.
Lleva un registro de tus hábitos, allí podrás ver el progreso que estás haciendo y será una señal visual que te recordará a actuar.
Una vez tengas establecidas estas tareas en tu rutina, comienza a añadir otras poco a poco.
Para finalizar…
Tener una rutina puede traer muchos beneficios, pero es importante crear y diseñar una con la que nos sintamos satisfechos y que funcione para nosotros.
Encontrar nuestra motivación, conocernos y saber qué es lo que tenemos que realizar es el primer paso para determinar nuestra rutina ideal.
Puede tomarnos un poco de prueba y error así que no tires la toalla. Comienza despacio, reflexiona y ajústala de acuerdo con tus necesidades.
¡Crear rutinas mejorará tu vida! Además de ayudarte a vivir intencionalmente y hacer cosas importantes, las rutinas también liberarán tu tiempo. ¡La clave es crear rutinas que funcionen para ti!
gracias por una lectura tan facil de entender y no tan complicada, gracias
Apreciado Jean, es con todo el gusto.💙😉