Cuando trabajamos para lograr objetivos que nos importan, debemos elaborar un plan para crear hábitos y rutinas que funcionen.
Crear y mantener hábitos a largo plazo son un proceso lento, y cuanto más rápido aceptemos este hecho, mejor.
Aunque algunas personas hayan podido alcanzar transformaciones instantáneas debido a algún evento catalizador en su vida, para la mayoría de nosotros, un enfoque consistente dando pequeños pasos es el más efectivo.
Y es aquí donde “habit stacking” o el agrupamiento de hábitos viene a nuestro rescate.
¿Qué es “habit stacking” o agrupamiento de hábitos?
Muchos de nosotros tenemos rutinas establecidas consistentemente a través del día.
Por ejemplo en la noche, antes de irme a la cama, siempre cepillo mis dientes. Es un hábito que siempre repito y le sirve a mi cerebro como señal para ir dormir.
El agrupamiento de hábitos o “habit stacking”, es una estrategia mediante la cual utilizamos un hábito establecido, como cepillarse los dientes antes de ir a la cama, para incorporar uno nuevo, como por ejemplo, lavarme la cara y poner crema hidratante.
Es decir, utilizamos nuestro hábito “viejo” como ancla para uno nuevo.
Muchos de nosotros seguramente utilizamos el agrupamiento de hábitos sin siquiera darnos cuenta.
Por ejemplo en la noche al acostarme siempre hago lo mismo: me pongo mi pijama, después de ponerme la pijama, limpio mis dientes con seda dental; después de usar la seda dental, me cepillo los dientes; después de cepillarme los dientes voy a la cama.
El secreto no es tratar cada tarea como hábitos independientes y consecutivos, sino como una sola acción, en este caso, ir a la cama.
Al anclar o pegar este nuevo hábito a uno existente, estamos ayudando a nuestro cerebro a adoptarlo sin problemas.
El agrupamiento o acumulación de hábitos es simplemente vincular o encadenar acciones para crear una rutina. Dentro de esta rutina hay múltiples mini-hábitos.
¿Cómo funciona el agrupamiento de hábitos para crear nuevos?
1. Define un nuevo hábito que quieras desarrollar, algo que quieras hacer todos los días y que necesites.
Por ejemplo, aprender un nuevo idioma, leer más, ser más organizado o tomar más agua. Consejo: siempre comienza con micro hábitos o hábitos pequeños.
2. Encuentra un hábito que tengas bien establecido, uno que ya hagas en piloto automático.
Analiza tus rutinas diarias, pregúntate, ¿qué hago en la mañana, tarde o noche que sea como mi segunda naturaleza y nunca falta.?
Escoge una rutina ya formada en donde puedas fácilmente incorporar este nuevo hábito, que no la desorganice y que no requiera un gran esfuerzo.
Por ejemplo siempre tomo mi medicina a primera hora en la mañana, siempre me lavo las manos al llegar a casa, lo primero que hago cuando llego a la oficina es prender el computador, cuando me levanto siempre lavo mi cara y así sucesivamente.
3. Agrupa estas dos acciones
Siempre que hagas la rutinaria, haz la nueva.
4. Sé consistente y adapta si no funciona
Si es necesario puedes llevar un registro de hábitos, ésta es la mejor manera de saber si funcionan para nosotros.
5. Cuando estés listo, agrega un nuevo hábito
Una vez tu nueva rutina esté bien establecida y se vuelva automática para ti, puedes comenzar agregando un nuevo hábito.
Algunos ejemplos
- Quiero tomar más agua durante el día porque es beneficioso para mi salud. A levantarme siempre tomo mis medicinas, de ahora en adelante voy a tomarlas con un vaso grande de agua de vez de un sorbo.
- Quiero mantener más limpio el baño y no tener que gastar tanto tiempo limpiándolo. Siempre cepillo mis dientes antes de ir a la cama, después de cepillar mis dientes voy a limpiar rápidamente el lavamanos.
- Para mantener mi productividad debo ser más organizado en mi escritorio de trabajo. Siempre que llego a la oficina lo primero que hago es prender el computador, después de prender el computador voy a organizar mi escritorio y botar los papeles que no son importantes.
- Necesito hacer más ejercicio por mi bienestar. Siempre tomo una ducha después de levantarme así que después de tomar la ducha voy a hacer 20 sentadillas.
- Estoy siendo poco productivo al no planear mi día. Siempre al acostarme voy a escribir las 3 tareas más importantes que debo hacer el día siguiente.
Conclusión
Cambiar o crear hábitos es una tarea que toma tiempo y un cambio de mentalidad.
Utilizar métodos como el de agrupamiento de hábitos puede servirnos para ayudar a nuestro cerebro a crear las conexiones necesarias para mantener un nuevo hábito de una manera fácil sin que nos sintamos abrumados.
Comienza despacio: el cambio de hábitos no debe ser una maratón.
No debes crear rutinas largas desde el principio. Comienza con una acción básica realizándose por el tiempo que sea necesario para sentirte cómodo.
No queremos depender de la fuerza de voluntad, ¿verdad?
Tienes alguna rutina en donde agrupes tus hábitos, cuéntanos en los comentarios, nos encantaría saber.
Me gusto mucho este artículo me quedo más claro, es que esto se menciona en el libro de Hábitos atómicos en la parte de Acumulación de hábitos.
¡Saludos, Cristian! 👋 Agrademos mucho tu comentario 🤗 esperamos apliques lo aprendido en este blog. 💙