¡Piensa que tu mente es un músculo!
Tus músculos mentales, al igual que tus músculos físicos, necesitan resistencia; necesitan desafíos que estiren sus límites y, al hacerlo, hagan crecer tu enfoque y atención.
Así como los entrenamientos con pesas ayudan a crear masa muscular, seguir un estilo de vida saludable para tu cerebro y realizar ejercicios cerebrales regulares también puede aumentar su reserva cognitiva.
Mantén su cerebro tan saludable y en forma como tu cuerpo con estos simples consejos.
1. Incrementa tu enfoque gradualmente
Tip: Comienza con periodos cortos de concentración y aumenta gradualmente este tiempo.
Si decides que quieres correr una carrera de 5Km y necesitas ponerte en forma, lo peor que puedes hacer es comenzar un programa de entrenamiento extremo: terminarás herido y desanimado, y podrás renunciar antes de que realmente comiences.
Del mismo modo, si tu capacidad de atención es poca, lo mejor manera de desarrollarla es lentamente.
Comienza con un objetivo fácil y continúa desde allí.
Una manera fácil de comenzar es usando la técnica Pomodoro.
Pon una alarma de 5 minutos y concéntrate en una tarea durante este periodo de tiempo. Luego toma un descanso de 2 minutos antes de volver a concentrarte por otros 5 minutos.
Todos los días, agrega otros 5 minutos a tu tiempo de trabajo enfocado, junto con 2 minutos adicionales a tu tiempo de descanso.
En 9 días, deberás poder trabajar durante 45 minutos seguidos antes de permitirte un descanso de 18 minutos. Una vez te sientas cómodo con este método, puedes trabajar para alargar sus sesiones de enfoque un poco más, mientras acorta sus tiempos de descanso.
2. Conquista las distracciones
Tip: Crea una lista de distracciones para revisarlas después.
Debido a que Internet ha hecho que cualquier información sea accesible instantáneamente, tendemos a buscar algo en el momento en que cruza por nuestra mente. «¿Cómo será el clima mañana?» «¿Qué películas están presentando este fin de semana?» «¿Me pregunto qué hay de nuevo en mi Facebook?»
El problema es que, una vez que nos distraemos, tardamos en promedio 23 minutos en regresar a nuestra tarea original, alejándonos de lo que estamos trabajando en el instante en que estos preguntas o pensamientos aparecen en nuestra mente.
Para resolver esto y no distraerte, cada vez que tengas algo por revisar, simplemente escríbelo en un papel para buscarlo después.
Una vez hayas terminado tu sesión de enfoque o en tu momento de descanso puedes dirigir tu atención hacia esta lista.
3. Ejercita tu cuerpo
Tip: El ejercicio aeróbico es ideal para el cuerpo y el cerebro
Se ha demostrado que hacer ejercicio físico también fortalece el cerebro.
El ejercicio afecta al cerebro en múltiples formas: aumenta la frecuencia cardíaca la cual bombea más oxígeno al cerebro y facilita la liberación corporal de un sinnúmero de hormonas, proporcionando un entorno nutritivo para el crecimiento de las células cerebrales.
Así que integrando a tu rutina un poco de ejercicio aeróbico podrás ayudar a tu cerebro a ser más atento.
La actividad física, la dieta y el peso son factores que pueden contribuir al funcionamiento en general y los niveles de concentración.
Por ejemplo, si te saltas el desayuno, es poco probable que antes del mediodía puedas realizar tareas y concentrarse debido que sientes hambre.
El cuidado de tu salud, mantenerse activo y comer alimentos saludables es la mejor manera de mejorar tu concentración.
4. Trata de memorizar
Tip: Proponerse la meta de memorizar un poema o pasaje semanal.
Memorizar pasajes, poesías o canciones a lo largo del tiempo, es una forma muy efectiva de hacer que tu cerebro sea más receptivo a la memoria.
No es necesario tratar de memorizar libros enteros, comienza con cosas del día a día: trata de memorizar siempre los teléfonos importantes en lugar de tenerlos en tu celular. ¿Tienes una lista de mercado pequeña? intenta ir sin ella, haciendo el esfuerza consciente de recordarla, deja el GPS y haz cuentas manuales.
Este tipo de tarea de memorización ejercita tu cerebro, dándole fuerza para retener más información.
Algunos ejercicio fáciles de hacer son:
- Pon a prueba tu memoria: Haz una lista y memorízala. Una hora después trata de ver cuántos elementos de esa lista puedes recordar. Trata de hacer listas aún más desafiantes para una mayor estimulación mental.
- Dibuja un mapa de memoria. Después de regresar a casa después de visitar un lugar nuevo, intenta dibujar un mapa del área; repita este ejercicio cada vez que visite una nueva ubicación.
- Deja que la música suene. Aprende a tocar un instrumento musical o únete a un coro. Los estudios muestran que aprender algo nuevo y complejo durante un período de tiempo más largo es ideal para la mente envejecida.
5. Practica mindfulness a través del día
Tip: Presta atención. No puedes asimilar información a menos que estés prestando atención.
Sabemos que practicar mindfulness puede ayudarnos a mejorar nuestra productividad, además de fortalecer nuestra atención.
Mindfulness o la atención plena entrena nuestro cerebro para concentrarnos mejor, haciendo que cada vez que nos demos cuenta de que nuestra mente se distrae, dirijamos nuestra atención intencionalmente a lo que estábamos haciendo.
La práctica constante de enfocarse completamente en lo que se está haciendo, parar y observar todas las sensaciones físicas y emocionales que se está experimentando en ese momento fortalecerá y ampliará tu capacidad de atención para los momentos en que realmente lo necesites.
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