La convocatoria docente y la responsabilidad social

Es a través de la educación como la hija de un campesino puede convertirse en una médica, el hijo de un minero puede convertirse en el jefe de la mina, o el hijo de trabajadores agrícolas puede llegar a ser presidente de una gran nación. Un largo camino hacia la libertad. La autobiografía de Nelson Mandela.

Quizá ninguna otra profesión sea tan vocacional como la docencia. Las circunstancias en las cuales muchas personas de nuestra comunidad docente desarrollan sus actividades necesitan una explicación que siempre nos lleva a la vocación como respuesta. Porque reconocemos la importancia y las dificultades de tu trabajo, queremos cambiar un poco el tono de nuestro blog para hablarte a ti, profesor, de otra manera. 

En otras ocasiones he escrito sobre datos técnicos o informativos y sobre los distintos procesos de la Convocatoria Docente, pero esta vez no queríamos escribir un artículo más. Es por esto que queremos llamar a este texto, no un artículo, sino una comunicación. Este blog, como sabes, se centra en la publicación de textos informativos sobre los procesos de las convocatorias docentes, pero el día de hoy queremos hablar sobre otros temas aledaños a los concursos docentes, tales como la ética, el servicio y la responsabilidad social. 

Quisiéramos ir un poco más allá para abordar consideraciones morales y éticas que tienen relación con tu futura postulación al concurso de méritos. Hoy queremos que esta comunicación sirva como detonador de reflexiones acerca del oficio educador.

La vocación y sus implicaciones

El ejercicio de tu profesión es lo más necesario en una sociedad democrática. Más aún en un país con las características que presenta Colombia. Todavía existe mucho trabajo por hacer y cada vez que tomamos conciencia acerca de la popularidad de los concursos docentes nos gusta pensar en la existencia de personas con verdadera convicción, con genuina voluntad de servicio, con ese afán de contribuir educando a las generaciones que han de venir a hacer las cosas de otros muchos modos necesarios. 

Esta es la verdad: estos modos dependen, en cierto grado, de personas como tú. Aquí radica la responsabilidad que asume el docente.  Aquel que día a día está pensando en mejorar el estado de cosas actuales a partir de pequeñas acciones tales como preparar una clase, buscar la manera de hacer atractivo el tema, encontrar la motivación de los estudiantes, ayudarlos a resolver problemas que trascienden, la mayoría de las veces, el ámbito académico… Esfuerzo, físico y emocional, lleno de recompensas y sacrificios. Otra vez la convicción es la más plausible y sensata de las respuestas. Y lo aplaudimos, lo resaltamos.

Hay que recalcar y tener siempre presente las implicaciones éticas que tiene tu profesión: el docente es el responsable de educar a la sociedad, de enseñar a la ciudadanía sobre infinitos temas, pero sobre todo a ser ciudadanos. Es por esto que hacemos una petición: estar a la altura de la responsabilidad. Cuando seamos viejos serán las generaciones que educaste aquellas que tendrán un papel primordial en nuestro presente.

Reconoce tu valor

Si realmente tienes una vocación que te ha llevado a prepararte, a trabajar como docente. Y estás convencido de que vas a desempeñar tu trabajo con el espíritu de servicio que deben tener como ideal ético todos y cada uno de los funcionarios públicos, entonces asegúrate de acreditar tu experiencia para poder alcanzar ese puesto antes de que lo consiga alguien que puede no tener conciencia de la responsabilidad que estos empleos traen consigo. Reconoce aquel valor añadido que tú vas a ofrecerle al servicio docente. Aprecia tu experiencia, tus ganas, como nosotros lo estamos haciendo creando contenido para que te informes sobre la convocatoria o te ayudes un poco a conseguir esa vacante que quieres. 

Si tienes muy claro que el servicio docente es uno de los puntales del mejoramiento de la sociedad, entonces debes prepararte a conciencia para esa vacante que deseas. Muchos piensan que estudiar es necesario, pero para aprobar las pruebas. Esto no es así, la preparación que nosotros ideamos es aquella que ayude a complementar ese proceso ya realizado de capacitación docente, la preparación para el concurso de méritos debe fortalecer esas competencias y saberes necesarios para desarrollar efectivamente dicha labor. 

Esto te ayudará a estar actualizado sobre la normatividad vigente, las teorías didácticas que te servirán para ayudar a los diferentes estudiantes que tendrás y a reconocer los mecanismos necesarios para desempeñar tu labor de la mejor manera dentro de la institución, entre muchas otras responsabilidades. Esta es una tarea que te corresponde a ti, ya que vas a ser miembro del plantel de educadores públicos, tu deber es poder reconocer los mejores caminos para desempeñarlo. 

Inspira a través de tu preparación, demuestra que mereces el puesto no solo obteniendo una plaza en el concurso de méritos, sino demostrando que eres el indicado para formar a las futuras generaciones. 

Demuestra tu valor

Si quieres conseguir esa vacante, entonces debes conocer todos y cada uno de los documentos que te servirán para poder acreditar esa experiencia laboral o académica que te permitirá obtener un mejor puntaje y alcanzar un mejor puesto. El concurso de méritos se encarga de dar el empleo a quien demuestre experiencia docente, formación académica, buen desempeño en las pruebas. Pero esta comunicación quiere decirte que importan otras cosas: la disposición o ánimo con el cual se recibe el nombramiento, las ganas de hacer la diferencia, el compromiso ético con el cual se trabaja día a día. 

Por eso es importante que te informes acerca de cómo puedes acreditar adecuadamente toda aquella experiencia que te ha llevado a ser quien eres. Es importante que tú, que conoces las implicaciones éticas de la docencia, puedas obtener dicha plaza.  

La plaza de docencia pública es una responsabilidad que el educador asume cuando es nombrado. Es por esto que debes estar a la altura de las exigencias y demostrar que no existe otra persona idónea para este trabajo. Eres tú, con tu compromiso, tu conciencia, quien agrega ese valor adicional al ejercicio docente. 

Lo que no se enseña

Todos tenemos grandes maestros que nos inspiran. El equipo de redactores del Grupo Geard, coincide en recordar con gratitud y afecto a aquellos docentes que fomentaron en nosotros el hábito de la lectura y el reconocimiento de la realidad a través de la palabra. Eso jamás lo olvidaremos y siempre tendremos para aquellas personas un instante de recuerdo y un “gracias” recién salido de nuestra memoria. 

Pero también creemos, junto con Oscar Wilde, que las cosas que realmente valen la pena saber no pueden enseñarse. Esta frase parece enigmática o crítica respecto al ejercicio docente. Pero realmente habla del ejemplo, del poder de la demostración. De la imitación no como proceso de aprendizaje propiamente, sino como reconocimiento de la validez ética en el mundo. 

Por ejemplo, un docente nos puede explicar sobre la mejor manera de resolver un conflicto que existe en el aula, dándonos teorías de negociación y comunicación asertiva. Pero realmente el estudiante puede reconocer la validez de lo que el docente explica a través de la propia conducta del docente. Esta es la más valiosa de las enseñanzas que puedes darle a tus estudiantes: un ejemplo a seguir en alguno de los infinitos asuntos de la existencia. 

Y puedes comenzar preparándote, afianzando herramientas, competencias o saberes que debes usar para poder desempeñar esa docencia pública que lo Público exige. No defraudes a tus estudiantes, a la sociedad. ¡Anímate a ser el profesor que siempre has querido demostrar que eres!

Por ahora, enfócate en conseguir esa vacante que tanto anhelas en el concurso de Docentes y Directivos Docentes, comienza por prepararte para la prueba escrita, en el Grupo Geard contamos con un curso diseñado específicamente para tu especialidad que te ayudará a asegurar un excelente puntaje en el examen.