Descubrir cómo mantenerse enfocado mientras se estudia es un desafío que todos enfrentamos.
Las redes sociales, la procrastinación y las mala administración de nuestro tiempo son algunas de las causas por las cuales perdemos nuestro enfoque y concentración mientras estudiamos.
Esta guía te ayudará a maximizar tu tiempo y a mantener tu enfoque de atención durante tus sesiones de estudio.
Guía de cómo mantenerse enfocado mientras se estudia.
1. Encuentra y crea el ambiente adecuado
Encontrar dónde se estudia mejor es una parte esencial para tener una sesión de estudio exitosa.
Para algunos un lugar calmado y tranquilo es importante, mientras que para otros la cantidad justa de ruido de fondo es suficiente para mantenerse concentrado.
Cualquiera que sea tu preferencia es importante que tu lugar de estudio siempre tenga:
- Una mesa o escritorio con espacio suficiente para mantener tu material de estudio: libros, cuaderno y computador.
- Un espacio libre de desorden y de distracciones.
- Un tomacorriente: si necesitas un computador portátil o una tableta para estudiar, asegúrate de tener una fuente de poder cerca para evitar tener que levantarse y perder tu concentración.
- Una silla cómoda: tener una postura confortable mientras se estudia, no solo hace que tu sesión de estudio sea más agradable, sino que es importante para tu salud. Sentarse erguido ha demostrado que eleva los niveles de energía y confianza en sí mismo mejorando el estado de ánimo en general.
2. Crea una rutina antes de comenzar a estudiar
Para mantenerse concentrado mientras se estudia, es importante crear una rutina que ayude a encontrar el enfoque que se necesita.
Dedicar cinco minutos a organizar tu área de estudio no sólo te prepara físicamente para el estudio, sino que ayuda a preparar tu cerebro para pasar a una etapa de mayor concentración.
Por ejemplo, una rutina antes de estudiar podría ser más o menos así:
- Poner el teléfono en el otro extremo de la habitación para evitar distracciones
Organizar el escritorio
- Tener a mano todo lo necesario para la sesión de estudio: libros, notas, lápices entre otros.
- Poner un poco de música clásica.
- Activar las aplicaciones para restringir el acceso a redes sociales o apagar las notificaciones.
- Definir tus objetivos de estudio, temas que deseas cubrir y tiempo que vas a dedicar.
3. Elimina pensamientos que te distraen
A veces las distracciones no vienen del mundo exterior sino que vienen de tus preocupaciones internas.
Preocupaciones tan simples como ¿dónde dejé las llaves? o las lista de cosas que tengo que hacer más tarde.
Estos pensamientos que distraen aparecen en tu cerebro haciendo que pierdas tu enfoque.
Una solución a este problema es hacer una nota de cualquier pensamiento que te estrese escribiéndolo en un papel. Una vez hayas terminado tu sesión de estudio podrás volver a ellos para resolverlo.
4. Combate la negatividad
Los pensamientos negativos hacen que estudiar sea imposible.
Si te encuentras frecuentemente repitiendo pensamientos pesimistas, intenta formularlos de nuevo en manifestaciones más positivas:
Negativo: «Este concepto es muy difícil de aprender».
Positivo: «Este concepto es difícil, pero puedo resolverlo».
Negativo: «No me gusta este tema. Estudiar para ello es muy aburrido».
Positivo: «Este tema no es mi favorito, pero quiero estudiar el material para poder tener éxito».
La próxima vez que un pensamiento negativo invada tu cerebro, reconócelo e intenta convertirlo en una afirmación positiva.
Con el tiempo, el estudio se sentirá menos como una carga y más como una elección intencional que estás haciendo para alcanzar tus objetivos.
Este enfoque consciente te hará sentir más motivado y posteriormente aumentará tu enfoque.
5. Conoce cuándo trabaja mejor tu cerebro
Si bien es necesario manejar efectivamente nuestro tiempo para mejorar nuestra productividad, saber qué momento del día es el óptimo para trabajar en las tareas más desafiantes y creativas es igualmente importante.
Trata de programar tus sesiones de estudio durante tus periodos de máxima energía y concentración.
Aunque sea más fácil decir que eres un ave nocturna y, por lo tanto, deberías trabajar más tarde en el día o que disfrutas más tus horas de la mañana, considera aplicar un enfoque más sistemático reuniendo algunos datos.
A la misma hora todos los días, a intervalos de aproximadamente una hora, registra tus niveles de concentración, entusiasmo y energía junto con cualquier evento que pueda estar afectando estos niveles.
Después de unos pocos días de recopilación de datos, comenzarás a ver un patrón y podrás ver en qué momento tu enfoque, energía y entusiasmo aparecen más altos o más bajos.
Después de una o dos semanas de registrar estos datos, tendrás un indicador consistente de las horas del día o la noche en que tu enfoque será más óptimo para estudiar.
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