Hemos escuchado el término «educación para el siglo XXI» haciendo referencia a ser innovador en educación.
Más allá de estar al día con lo último en tecnología en el aula, ¿qué aspecto tiene un maestro del siglo XXI?
No es la tecnología la que tiene mayor influencia en lo que hacemos; es la velocidad del cambio que se nos impone.
Aquí encontrarás 6 características que estamos comenzando a ver como cruciales para los educadores en el siglo XXI y el futuro, a medida que continuamos viviendo en un mundo que cambia continuamente y que se mueve a velocidades extremadamente rápidas.
Empático
La empatía, el poder de entender otras perspectivas además de la nuestra, es una habilidad esencial que todos debemos dominar.
A pesar de su importancia, la empatía es todavía una habilidad. Y como todas las habilidades, interpersonales o no, puede desarrollarse a fondo… o ignorarse.
El maestro del siglo XXI debe ser modelo de empatía mediante una actitud comprensiva y compasiva.
¿Por qué es tan importante la empatía?
La empatía es un compañero natural de la tolerancia y la capacidad de entender la diversidad en nuestro mundo.
Nos hace conscientes de que debemos usar nuestro conocimiento y habilidades para ayudar, para contribuir positivamente al mundo.
Creativo
En un mundo donde la tecnología puede responder a cualquier pregunta si buscamos en Google, los estudiantes necesitan más oportunidades para aprender cómo pensar creativamente para tener éxito.
Para algunos, la creatividad puede ser hacer las mismas cosas de una manera diferente, mientras que para otros puede ser descubrir o crear nuevas.
No importa cuál sea el concepto, el educador del siglo XXI hace que sea una prioridad motivar a sus alumnos a inventar y a ser ingeniosos y expresivos.
Es global
Las herramientas de hoy permiten conocer de primera mano otros países y personas.
Por supuesto, los libros de texto siguen siendo suficientes, sin embargo, no hay nada como aprender idiomas, culturas y habilidades de comunicación al hablar con personas de otras partes del mundo.
Enseñar a los estudiantes a usar las herramientas que tienen en sus manos para «visitar» cualquier rincón de este planeta les ayuda a ser más comprensivos y compasivos.
Lleva un Blog
¡Blog o no, «bloguear» no debería ser más una pregunta! Hemos escrito aquí sobre la importancia de los blogs en la educación y por qué los profesores deberían llevar uno.
Hoy más que nunca estamos conectados a Internet y qué mejor manera para fortalecer esa conexión entre el aula de clase y los estudiantes, que un blog.
Escribir un blog no sólo beneficia a nuestros estudiantes sino que ofrece un beneficio personal para los docentes.
Construye y deja una huella digital positiva
Puede parecer obvio, pero los docentes de hoy en día deben ser un modelo de cómo usar adecuadamente los medios sociales, cómo producir y publicar contenido valioso y cómo crear recursos compartidos.
Aunque es cierto que los maestros son personas y quieren usar las redes sociales y publicar sus imágenes y pensamientos, no podemos pedirles a nuestros alumnos que no hagan cosas inapropiadas en línea si nosotros mismos lo hacemos.
Mantener un comportamiento profesional tanto en clase como en línea ayudará a construir una huella digital positiva y modelar acciones apropiadas para los estudiantes.
6. Sigue aprendiendo
A medida que surgen nuevas formas y nuevas tecnologías, el aprendizaje y la adaptación son esenciales.
No sólo esperan que sus estudiantes aprendan, sino que también constantemente están aprendiendo.
Se mantienen actualizados con las tendencias y las tecnologías educativas actuales y saben cómo modificar sus viejos planes de lecciones de años anteriores para hacerlos más actuales.
Conclusión
El aprendizaje del siglo XXI no significa enseñar de forma diferente, sino con mejores herramientas.
Los docentes de hoy tenemos una gran ventaja, tenemos estas herramientas a nuestra disposición.
Y los maestros tenemos la capacidad de pasar de ser el facilitador de información, a alguien que pueda guiar a nuestros estudiantes y prepararlos para su futuro.
Me parece buena oportunidad