¿Cómo cambiar hábitos que nos retrasan y así aumentar nuestra productividad?
Prepararnos para hacer cambios, cualquiera que sea, puede parecer desalentador y difícil.
Comenzamos ansiosamente a hacerlo, sólo para descubrir que el entusiasmo desaparece rápidamente, y volvemos a caer en los viejos hábitos.
¿La solución?
Hacer cambios pequeños.
Paso a paso, aumentar la probabilidad de mantener nuevos hábitos para que se conviertan en parte de nuestra rutina normal.
Hemos reunido una lista de pequeños cambios y sencillos que puedes comenzar a implementar a partir de hoy para lograr ese gran cambio que necesitas.
1. Programa tu día y prioriza tus tareas
Nuestras rutinas diarias pueden hacer una gran diferencia en lo saludables, felices y productivos que somos.
Sin una programación básica, es fácil llegar al final del día y darnos cuenta que no hicimos lo que deberíamos haber hecho: lo importante.
Cómo mínimo, debes hacer una lista de tareas a realizar durante el día y decidir cuáles son importantes, cuáles debes completar primero o inclusive cuáles delegar.
Tener una rutina proporciona estructura a tu día y te permite hacer más, en menos tiempo.
2. Comienza la noche anterior
¿Cuándo realizar la programación de tus tareas?
¡El día anterior!
Antes de irte a la cama revisa tu lista de tareas para el día siguiente.
Organizar y planificar tu lista te ayudará a estar mejor preparado para el día siguiente y lo que necesitas para ejecutar cada una de ellas.
Aprovecha la noche anterior para completar cualquier tarea que de una u otra manera te impediría tener una mañana más productiva.
Deja la cocina limpia, prepara tu almuerzo para el día siguiente o la ropa que vas a usar, revisa tu calendario para citas que debes cumplir o reuniones.
Esto puede sonar trivial, pero al eliminar estas preocupaciones para el día siguiente podrás comenzar con un propósito tu día, motivado a terminar tus tareas y mejor preparado.
3. Elimina distracciones antes de comenzar a trabajar
Por naturaleza, nuestro cerebro está diseñado para posponer las cosas (enlace artículo traducido al español )
Si sumamos el «ruido» del mundo que nos rodea, nos resulta aún más difícil concentrarnos en lo que nos importa, y es mucho más fácil distraernos.
Cuanto más conectados estemos al mundo, más nos distraemos.
¿La solución?
¡Simple!
Cierra las pestañas de correo electrónico y elimina el acceso a las redes sociales durante el tiempo que requieras enfocarte.
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4. Trabaja en bloques de tiempo pequeños
Muchas personas realizan su trabajo enfocándose en una tarea a la vez, y se concentran en ella hasta que la completan, no importa el tiempo que esto les lleve.
Pero cuando trabajamos por largos periodos de tiempo fácilmente podemos perder nuestro enfoque y concentración y comenzamos a aburrirnos.
Al definir bloques de tiempo cortos para trabajar y descansar, te responsabilizas de la tarea en la que tienes que enfocarte y minimizas el tiempo que puedes pasar postergándola.
Una de las técnica más conocidas para programar un bloque completo de tiempo productivo es la técnica Pomodoro. Determinar un bloque de tiempo para concentración y descanso corto, lo más común son 25 minutos de concentración y 5 minutos de descanso. Trabajar por 2 o 3 bloques y luego tomar un descanso más largo.
Artículo relacionado: Manejo del tiempo: ¿Qué es Timeboxing y cómo dominar esta práctica?
5. Escribe una lista de “Realizado”
Todos estamos familiarizados con las “listas de pendientes”
También sabemos que si no cumplimos todo lo que tenemos en ellas nos podemos sentir abrumados y desmotivados.
Según investigaciones, (enlace artículo traducido al español) tener la sensación de que hemos progresado en nuestras tareas, es el factor más influyente para mejorar la productividad y la motivación.
Mantener una lista diaria de tareas “realizadas, hechas o terminadas” te ayudará hacer un seguimiento de lo que has hecho en vez de lo que has planeado y no has podido realizar.
Te darás cuenta de que has hecho más de lo que te estaba en tu lista para hacer y podrás reflexionar en lo que debes mejorar.
Dedicando 10 minutos para anotar lo que se ha logrado, al final de la semana, del día o un proyecto, es una forma rápida y sencilla para mantenerse motivado y ser más productivos.
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